Con el objetivo de encontrar opciones más amigables con el medio ambiente en la industria de la construcción, el proyecto de la edificación de los talleres comunitarios en el campus Pinal de Amoles, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) sigue adelante, por lo que además de ser una alternativa que por su forma de consolidación no emite emisiones contaminantes, se involucra a la sociedad para su producción.
 
De acuerdo con la Mtra. Dulce Gabriela Barrera Aguirre, coordinadora del Centro Multidisciplinario de Investigación del Semidesierto (CEMIS), en el campus Cadereyta, uno de los elementos más importantes es que se involucra a la gente de las comunidades, capacitándolas, para que participen en su elaboración. Por esta razón, también agradeció el apoyo de la Facultad de Ingeniería de esta Institución.
 
“No sólo la elaboración del ECOBTC es sustentable, sino todo el proceso en donde se involucra y se sensibiliza a la gente de cambiar a este tipo de materiales innovadores y sustentables; pero también involucrar a la gente, involucrarla en el diseño de su espacio, involucrarla y sensibilizarla en otros tipos de materiales que también implican sustentabilidad”, indicó la Mtra. Barrera Aguirre. 

Agregó que esta máquina no requiere de gas o energía eléctrica para funcionar, pues es hidráulica, por lo tanto, puede ser manipulada por prácticamente cualquier persona. En este sentido, dijo que el número de bloques producidos depende de la cantidad de gente que se una a su elaboración, sin embargo, podrían ser hasta 300 unidades en un día según la organización.  
 
Por otra parte, el Dr. Carlos Sandoval Ríos, investigador-autor de la máquina y formulación para producir los ECOBTC, indicó que ya han realizado algunos proyectos de obra con este material y los resultados son positivos. Aseguró que los bloques se formulan conforme al tipo de tierra de cada lugar, por lo que se realiza un estudio previo y con base en eso se determina la fórmula para construir los bloques.
 
“Los materiales que se utilizan en la construcción no han cambiado en mucho tiempo, entonces necesitamos innovar en nuevos materiales enfocados a este sector; es un proceso que ya toma relevancia en todo el mundo y tenemos que buscar estos materiales primitivos que se utilizaban, pero manufacturarlos para minimizar el impacto ambiental”, explicó el investigador.
 
Ambos investigadores coincidieron que muchas veces el término “sustentable” se confunde con la parte ecológica, sin embargo, existe toda una parte social y económica que trae tras de sí este tema; afirmaron que este proyecto es sustentable porque involucra varios ejes de acción que van desde lo económico sin descuidar el beneficio ambiental.
 
Aunado a esto, el Dr. Sandoval Ríos ya desarrolla una tecnología para condensación de agua y la meta es que en un par de años haya un prototipo de una casa autosuficiente en términos energéticos, hídricos y de bajo impacto ambiental.
 
Finalmente, de acuerdo con los reportes obtenidos por parte del Laboratorio de Geotecnia de la UAQ, la resistencia de un ladrillo rojo es de hasta 4 kilogramos sobre centímetro cuadrado; el block de cemento tiene una resistencia promedio de 40 kilogramos por centímetro cuadrado; mientras que el ECOBTC ha registrado para algunas tierras, una resistencia de hasta los 80 kilogramos sobre centímetro cuadrado.
 
Por otro lado, dada su forma de auto ensamble, se puede reducir hasta un 40 por ciento el costo de la mano de obra por metro cuadrado, se ahorra el doble de tiempo de construir muros y obtener un ahorro económico de hasta el 30 por ciento, dependiendo de factores en los acabados de obra.