Estudiantes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) siguen en el Verano Intensivo 2018, en el cual, a través de trabajos comunitarios en las zonas más vulnerables de la entidad, se vinculan el quehacer universitario y el compromiso social. Por ello, la rectora de la Máxima Casa de Estudios de la entidad, Dra. Teresa García Gasca se reunió ahora con la brigada de Camargo, municipio de Peñamiller.

 

En esta localidad, enclavada en una de las áreas mineras más importantes de Querétaro, los 19 brigadistas de la Universidad, realizan acciones con la metodología de participación comunitaria por medio de narrativas y una cartografía crítica y llevan a cabo actividades con niños y jóvenes de la localidad en torno a su forma de vida y la de su comunidad. También realizaron un recorrido con algunos de los mineros locales, quienes les platicaron sobre las condiciones en las que trabajan. 

 

Además de la minería -principal elemento económico de la comunidad- otra de las actividades más importantes es el comercio, desgraciadamente, la geografía de la población dificulta el traslado de mercancías y se encarecen algunos productos.

 

“Tuve la oportunidad de entrar hasta el fondo de la mina donde están trabajando y te das cuenta de la realidad de su situación y cuánto puede batallar una persona para tener unos cuantos pesos. Para mí esta experiencia ha sido positiva y estoy contento de estar aquí y ayudar”, dijo Jesús Fermín Sáenz Alonso, alumno de la Facultad de Ingeniería.

 

Posteriormente, las autoridades de la UAQ se trasladaron a Boxasní, en el municipio de Cadereyta de Montes, en donde otro equipo de brigadistas colaboran en los talleres del artesano Agustín González así como en los de Guadalupe y Hortensia Martínez, capacitándose en la producción del barro y la generación de enseres tradicionales con este material.

 

En esta comunidad, la Dra. García Gasca agradeció el apoyo de estas personas y sus familias por recibir a los jóvenes en sus hogares, asimismo, destacó el empeño que han puesto los estudiantes durante su estancia en este lugar.

 

Los universitarios coincidieron en que resulta fundamental continuar, con la ayuda de los artesanos, este oficio tradicional que tiene una importancia cultural de trascendencia y que por medio de su herencia se trasmita de generación en generación. 

 

“Es una maravilla trabajar el barro, don Lupe ha sido un buen maestro y nos enseña a valorar mucho estos materiales que provienen de la misma naturaleza, porque uno puede ver sólo tierra y agua, pero la forma en que lo valoran los artesanos y el arte que hacen con sus manos es excelente”, expresó la alumna Cecilia Alejandra De Jesús Martínez.

 

Finalmente, visitaron a los alumnos que realizan su estadía en la comunidad de Ajuchitlán, en el municipio de Colón, quienes construyen en el plantel de la Escuela de Bachilleres de esta demarcación, una cisterna de ferrocemento, la cual aprovechará, por medio de las canaletas del arcotecho, el agua de la lluvia para regar un huerto instalado a un costado de esta infraestructura, en el cual plantarán durazno, guayaba, pera y manzana.

 

En este recorrido estuvieron la Dra. Teresa García Besné, secretaria de Extensión Universitaria; la Mtra. Paulina Becerril Luna, directora de Vinculación Social y la Mtra. Sofía Rivas Padrón, coordinadora de Enlaces e Intervención Social, quienes también reconocieron la labor de los universitarios en estas jornadas.

 

Con el fin de buscar la seguridad física y comodidad de las personas que trabajan en los invernaderos, alumnos de Ingeniería Agroindustrial en Campus Amealco armaron con materiales reciclados un prototipo de carro para tutorar planta de tomate.

Esta propuesta fue elaborada por Marco Antonio Vidal Narciso, Eduardo Hernández Jiménez, Fabiola Morales Eduardo y Guadalupe del Rocío Reséndiz Carmona, como parte del concurso de proyectos “Mfeni”, en el marco de Ingeniarte 2018.

Los universitarios indicaron que con este vehículo pretenden reemplazar las escaleras que utilizan los productores para tutorar, es decir, enredar la planta a un objeto rígido para que puedan crecer de forma vertical. Sin embargo, esta actividad es laboriosa, incómoda y, en cierta medida, riesgosa, ya que pueden ocurrir caídas por la fragilidad de las escaleras.

El prototipo de carro está hecho de fierro y cinco llantas, cuatro para avanzar y una usada como volante; tiene tres niveles de altura, dependiendo de la planta. Debe ser operado por dos personas, la que empuja el carro y la que se encarga del mantenimiento de la planta. También puede usarse para transportar el jitomate recolectado ya que está adicionada una canasta en la parte inferior.

Entre los beneficios de este prototipo están el ahorro de tiempo en dicha actividad y lo económico que resulta la elaboración, ya que tuvo un costo de alrededor de 400 pesos, cinco o seis veces menos que el de un carro existente en el mercado, los cuales pueden ser eléctrico pero que están muy por encima de lo que el productor puede pagar.

 

Autoridades de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), encabezadas por la Dra. Teresa García Gasca, rectora de la Máxima Casa de Estudios de la entidad, visitaron a los estudiantes que integran las brigadas del programa del Verano Intensivo 2018 en los municipios de Arroyo Seco y Pinal de Amoles, en la Sierra Gorda queretana.

 

Durante la primera reunión que se llevó a cabo en la comunidad de Tepozán, en Arroyo Seco, los jóvenes expusieron los trabajos en restauración de huertos, preparación de biofertilizante, repelente de insectos, conservación de agua y suelos, la instalación de viveros y reforestación, así como un proyecto de ecoturismo, iniciativa de pobladores de este sitio, en los que han trabajado durante las últimas semanas.

 

En dicho encuentro, la Dra. García Gasca, agradeció a los pobladores haber recibido a este grupo de estudiantes de las brigadas comunitarias y apoyarlas en esta importante labor, la cual tampoco sería posible, dijo, sin el trabajo de la Secretaría de Extensión Universitaria a cargo de la Dra. Teresa García Besné y de la Dirección de Vinculación Social, a manos de la Mtra. Paulina Becerril Luna, así como a la coordinadora de Enlaces e Intervención Social de la UAQ, Mtra. Sofía Rivas Padrón. 

 

"Muchas felicidades por este trabajo tan importante y que a través de esta experiencia todos saldremos muy enriquecidos, ustedes, la comunidad y la Universidad". 

 

Por su parte, la Dra. García Besné, señaló que esta labor fortalece la comunión entre los universitarios y la sociedad, la cual tendrá que marcar de por vida a los estudiantes. 

 

 

En este recorrido asistieron también la Mtra. Leticia Rocha Mier, coordinadora del Centro de Apoyo Comunitario de la Dirección de Vinculación Social, así como el Ing. Fernando Rocha Mier, coordinador operativo de campus serranos y de la Escuela de Bachilleres en el Plantel Concá. 

 

 

En la cabecera municipal de Pinal de Amoles, los brigadistas en las comunidades de Llano de San Francisco y San Gaspar, recibieron a la Rectora y la comitiva de la UAQ para exponer su trabajo en ambas localidades, en las cuales desarrollaron diagnósticos en materia social y ambiental. 

 

Por un lado, en Llano de San Francisco detectaron desnutrición en la población infantil y deficiencias en el sistema educativo de la región. También hablaron sobre la problemática en cuanto a salud y medio ambiente. En cuanto al grupo de San Gaspar, los universitarios platicaron acerca de las situaciones que mantiene la actividad minera en la región y la migración que se da hacia la capital u otros municipios cercanos. 

 

En este entendido, la Dra. García Gasca expresó que es necesario que más allá del paternalismo de programas sociales, los habitantes conozcan la gestión de recursos para sus comunidades y mejoren su entorno. Asimismo, dijo que se requiere que hacer investigación e intervención en temas como la contaminación por mercurio en esta zona minera, misma que debe atenderse junto con las autoridades.

 

Finalmente, los jóvenes coincidieron en que los Verano Intensivo tiene que ser una asignatura permanente para que la experiencia de los universitarios llegue hasta los lugares más lejanos y vulnerables de Querétaro y la labor profesional se ponga a prueba a favor de la gente.

 

 

 

 

 

 

• Los jóvenes universitarios llevaron una brigada con ropa recolectada durante la campaña “Sierra tu abrigo”.

Mastranto es una comunidad de escasos recursos del municipio de Pinal de Amoles, tiene una población de entre 100 y 150 habitantes y se ubica aproximadamente a 30 minutos de Cuatro Palos. Sensibles a esta situación, estudiantes de la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) visitaron el lugar para llevar la ropa recolectada durante la campaña “Sierra tu abrigo”.

“Son condiciones muy diferentes. Tienes que caminar entre las piedras y el barro, las casa están muy alejadas una de otra y están literalmente sobre el cerro, no tienen una vereda”, indicó Daniela Mata Rangel, integrante de 1:100, asociación estudiantil responsable de la iniciativa.

Niños, jóvenes y adultos se beneficiaron con esta labor, que fue posible gracias a la ropa en buen estado donada por alumnos y docentes de la Facultad de Ingeniería y de otras Facultades, así como por personas exteriores a la Universidad; en total, se recaudaron 250 prendas de mujer, 160 de hombre, 160 de niño y 90 de niña.

“Se trata de acercarnos a la parte humanista, a la gente; lo principal de nuestra carrera es que entiendas a la gente, qué es lo que quiere y lo que necesita para que tú puedas construir un proyecto sobre ello”, explicó.

La visita de 1:100 también incluyó la participación de los pobladores en dinámicas como futbol o juegos de sillas. “Esa convivencia es muy buena en la labor social, porque no sólo vas y ayudas, sino que interactúas con la gente”, expresó Daniela Soto Arteaga, también integrante de la asociación estudiantil.

Destacaron el fuerte apoyo dado por el Dr. Manuel Toledano Ayala, director de la Facultad de Ingeniería, quien les dio el banderazo de salida; así como de la Mtra. Graciela Márquez Santoyo; de la Mtra. Paulina Viridiana Becerril Luna, directora de Vinculación Social UAQ, y de la Mtra. Itzel Sofía Rivas Padrón, coordinadora de Enlaces e Intervención Social.

 Las universitarias adelantaron que una de las actividades que tienen preparadas para el semestre 2018-2 será restaurar la Ecozona, ubicada arriba de la Librería Universitaria, mediante la reforestación del área con plantas que están rescatando de fraccionamientos en construcción.

• El universitario formó parte del  Diplomado en Cultura y Gramática de la Lengua Hñäñho, que se impartió en la Universidad Autónoma de Querétaro.

La primera vez que Jaime Hernández Ramírez sufrió acoso por su condición indígena, fue hace 20 años, cuando trabajaba como albañil en una construcción de la Ciudad de México. Ahora es traductor oficial de la lengua Otomí en un organismo público y también fue alumno del  Diplomado en Cultura y Gramática de la Lengua Hñäñho, que se impartió en la Máxima Casa de Estudios de la entidad.

“Cuando no había leyes de los pueblos indígenas nos pasó que estando en la obra nos preguntaban de donde veníamos; bueno, afortunadamente no me daba vergüenza, yo decía ‘vengo de Santiago Mexquititlán, un pueblo indígena’. Ahí es donde empezaron muchos compañeros del trabajo a acosarnos, nos dijeron ‘indios ¿qué hacen aquí? La verdad me sentí mal, dije ‘oye porque me están diciendo estas cosas y me pregunté ¿acaso somos de otro color? o ¿somos de otra raza?, no sé, y me sentí mal”.

A raíz de ese suceso, el entonces joven Jaime Hernández, de forma autodidacta, se interesó en estudiar leyes y reglamentos del sistema de justicia mexicano, principalmente de las leyes que protegían los Derechos de los Pueblos Indígenas.

“Hoy ya no me da pena decirles de dónde vengo, orgullosamente soy de Santiago Mexquititlán y me da mucho gusto hablar esta lengua porque soy nativo hablante y me entusiasma seguir adelante y me gustaría que no se perdiera este idioma”, aseguró.

Actualmente trabaja para la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro, como traductor oficial de la lengua Hñäñho, porque defender a sus semejantes,  es su principal objetivo en la vida, relató.

 “Hace un año llegaron cinco personas de los diferentes pueblos indígenas de Querétaro: uno de San Miguel Tlaxcaltepec, dos de Santiago Mexquititlán y dos de San Ildefonso Tultepec. Les dije ‘no tengan vergüenza, yo estoy igual como ustedes, me pueden hablar su idioma, les escucho, yo les puedo decir a los compañeros abogados’ y me comentaban ‘es que tenemos pena’, pero me tuvieron la confianza y en ese momento, ya solucionaron sus problemas”.

Lamentablemente, señaló que continúan las violaciones constantes a los derechos humanos de los Pueblos Indígenas, por ejemplo, cuando las personas de la tercera edad elaboran un contrato de servicios como la energía eléctrica  o realizan el pago de agua, a menudo les violan sus derechos, pues “no les indican a dónde van a acudir o llegan a las oficinas y no les atienden adecuadamente, son los de la tercera edad los que más sufren”, aseguró.

 

Como alumno del Diplomado en Cultura y Gramática de la Lengua Hñäñho, llevó a cabo la investigación “Cultura en Santiago Mexquititlán del Corpus Christi”, documento que aborda la tradición que conlleva los 60 días posteriores a las celebraciones de Semana Santa en el municipio de Amealco de Bonfil.  

 

“Hoy en día ya se está perdiendo la lengua materna, pero el Dr. Ewald Hekking Sloof nos preparó para enfocarnos y apoyar a los jóvenes y niños; a ellos podemos decirles ‘sabes que la lengua materna no se debe de perder’, explicó.

 

Por ello, resaltó que el primer paso para que no se olvide la lengua es invitar a las instituciones educativas a que capaciten a los maestros de educación básica para que aprendan el Hñäñho, y a su vez, puedan orientar a los niños hablantes en el manejo de su lengua materna.

 

“Los jóvenes cuando salen a la ciudad  y les preguntan de dónde vienen, ellos sienten vergüenza de sus raíces, pero yo les invito para que no se avergüencen y que digan con orgullo ‘sabes que yo vengo de Santiago Mexquititllán, y  mi lengua es el Otomí’, concluyó.