La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), a través de la Facultad de Filosofía (FFi), fue sede de la presentación del texto “El inventor del mañana: la asombrosa vida de Modesto C. Rolland”, escrito por Jorge Pedro Uribe Llamas, en la Librería del Fondo de Cultura Económica “Hugo Gutiérrez Vega”. La publicación, bellamente ilustrada y dirigida a jóvenes, retrata el legado y aportaciones de este ingeniero civil de principios del siglo XX, considerada visionaria en el uso del armado concreto.

Entre sus obras más destacadas se encuentran la plaza de toros México y el estadio Heriberto Jara en Jalapa, Veracruz, que cumple 100 años de existencia como modelo arquitectónico, social y paisajístico. En el transcurso de la investigación que dio origen a dicho trabajo, el autor resaltó a un personaje que no solo aportó testimonio en la construcción, sino que igualmente fue un patriota comprometido con la patria.

Modesto C. Rolland fue impulsor e ideólogo del reparto agrario en la Península de Yucatán durante el gobierno de Salvador Alvarado. Asimismo, incursionó en la radio mexicana, fundó la revista El Hombre y contribuyó en el desarrollo de instalaciones ferroviarias en el norte de la nación. El escritor destacó además el vínculo que el profesional se mantuvo con distintas regiones del país. Nacido en La Paz, Baja California Sur, vivió en Córdoba, Veracruz; Estudió en Culiacán y trabajó en Jalapa, Campeche y Mérida.

Fue un constante viajero a Nueva York, ciudad a la que acudía para difundir en Estados Unidos las ideas del Constitucionalismo, por encargo de Venustiano Carranza. La creación literaria también recupera la faceta de Modesto C. Rolland en el marco de la Revolución Mexicana, considerada una transformación de propuestas y de identidad nacional. Fue cercano a presidentes, como Lázaro Cárdenas, y colaboró ​​con diversos mandatarios de su época, desde Porfirio Díaz hasta los gobiernos posrevolucionarios.

A pesar de su cercanía con el poder, nunca buscó ocupar cargos políticos, incluso rechazó una diputación federal, pues su interés se centraba en contribuir al progreso en la ingeniería y la innovación. Con el documento, Uribe Llamas busca acercar a las nuevas generaciones a la figura de un precursor connacional que, con 11 patentes registradas y una amplia labor profesional, dejó una huella trascendente en la arquitectura, la tecnología aplicada y la historia social.