La Escuela de Bachilleres (EB) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con apoyo del Área de Género, extenderán —durante lo que resta de marzo y abril— las actividades con motivo del Día Internacional de la Mujer, a fin de fomentar la reflexión y la importancia del papel de las estudiantes, profesoras y personal administrativo en la sociedad; para visibilizar el esfuerzo, la dedicación y el impacto de su presencia en el desarrollo de la entidad.

Al anunciar que los movimientos no se limitan al 8 de marzo, la EB anunció que el eje central de este año atiende al tema "Mujeres en la construcción de una cultura de paz", con el objetivo de promover una vida sin miedo y con certidumbre. Por eso, se organizaron charlas, foros abiertos, talleres y diferentes opciones dirigidas a la comunidad estudiantil, académica y laboral en todos los planteles de esta Escuela.

En las prepas Norte y Sur se realizaron marchas pacíficas dentro de las instalaciones, además de que lanzaron discursos y consignas en favor de la equidad de género, los derechos de las mujeres y la erradicación de ambientes violentos. En busca de cumplir el compromiso con la igualdad, se pretende fortalecer que —en cada uno de los ámbitos— se resalte su valor y contribución a la colectividad, mediante una serie de proyectos.

De manera adicional, se fomentan el respeto y el reconocimiento de sus derechos, a través de un ambiente inclusivo y de oportunidades que protejan a todas las personas. Asimismo, la EB refrendó su responsabilidad con la consolidación de espacios seguros y equitativos a partir de la promoción de la intervención de la población de las y los alumnos en la generación de la conciencia y acción por un trato justo.

En las próximas semanas, las alumnas podrán participar en las alternativas que se anunciaron —como ciclos de conferencias—, donde ellas compartirán sus experiencias y conocimientos, promoverán el diálogo e impulsarán una cultura de paz. Todo el programa responde a la lucha por la igualdad, porque se recuerda a las mujeres que protestaron a finales del siglo XIX y principios del XX por mejores condiciones de trabajo y participación política, al igual que a aquellas que han sido víctimas de injusticias y violencia de género.