·           Del 7 al 11 de abril se llevarán a cabo tres conferencias magistrales, dos mesas redondas, 25 carteles, 71 ponencias, cuatro cursos precongreso, cuatro minitalleres y una feria taxonómica.

 

Integrar a los especialistas e interesados en los macroinvertebrados y analizar las oportunidades de su uso para el monitoreo de actividades ligadas al desarrollo sin descuidar los aspectos ecológicos, es el objetivo primordial del 2° Congreso Latinoamericano de Macroinvertebrados Acuáticos, que se realiza en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), a través de la Facultad en Ciencias Naturales; del 7 al 11 de abril.

 

En la inauguración, el rector de esta Casa de Estudios, Dr. Gilberto Herrera Ruiz, junto con la directora de Ciencias Naturales, Dra. Teresa García Gasca; dio la bienvenida a los asistentes y felicitó a los organizadores del evento por la iniciativa. De igual forma, se contó con la presencia del Dr. Irineo Torres Pacheco, director de Investigación y Posgrado, y de la Dra. Monika Springer, investigadora de la Universidad de Costa Rica y miembro del comité organizador.

 

En el marco del evento, el Dr. Ricardo Miguel Pérez Munguía, docente de la Universidad Michoacana y catedrático invitado en diversos posgrados que se imparten en la UAQ, explicó que los macroinvertebrados acuáticos son animales que pasan una parte o la totalidad de su vida en el agua, miden entre 500 micras a cuatro o cinco milímetros, en general, aunque algunos pueden ser más grandes; además, es posible reconocer las características de su cuerpo a simple vista, sin instrumentos de observación ni medición.

 

Indicó que estos organismos son importantes desde varias perspectivas. En materia de salud pública, muchos pueden ser una plaga; en términos ecosistémicos, forman parte de la cadena trófica que tiene que ver con la transferencia de energía metabólica entre los ecosistemas terrestres y acuáticos. Muchos de ellos, dijo, sostienen cadenas que transforman la energía que fue producida por fotosíntesis de las plantas acuáticas a energía que se puede acumular en tejidos animales; de ahí su relevancia en las cadenas alimenticias.

 

Además, se pueden utilizar para monitorear los ecosistemas acuáticos –ríos, lagos, fosas- con una buena respuesta; “estudiar sus comunidades, cómo están estructuradas, quién las constituye (composición), es como tomarle una fotografía instantánea al cuerpo de agua y reconocer en ellos su estado en el momento en que se hizo el muestreo. Esto permite que se obtengan colecciones de datos que posibiliten la interpretación de la condición ambiental de los ecosistemas acuáticos”.

 

Por su parte, el Dr. Raúl Pineda López, docente universitario e integrante del comité organizador, recalcó que “el Congreso servirá como un espacio de diálogo propicio para generar experiencias y buenas prácticas, así como para compartir puntos de vista, conocer y analizar diversas temáticas e impulsar propuestas de nuevas líneas de investigación para el conocimiento de los macroinvertebrados de agua dulce, un grupo importante de la biodiversidad de América Latina”.

 

Informó que el programa es diverso: tres conferencias magistrales, dos mesas redondas, 25 carteles, 71 ponencias, cuatro cursos precongreso, cuatro minitalleres, una feria taxonómica y una sesión especial con la Word Wildlife Fundation (WWF) en la cual se discutirá el protocolo de colecta y análisis de los macroinvertebrados para una norma mexicana relativa a los caudales ecológicos.

 

Se contará con la asistencia de ponentes y congresistas de la Universidad de Barcelona, de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica, de la Colección Estatal de Zoología de Múnich, Alemania; de la Estación Biológica “La Selva” Organización para Estudios Tropicales en Costa Rica, de la Comisión Nacional del Agua, del Centro de Referencia Especializada en Bioindicadores, en Cuernavaca, Morelos; y de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), entre otras instituciones.

 

El evento se logró gracias a la colaboración entre la UAQ, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), la UMSNH y las universidades de Puerto Rico y de Costa Rica. De igual forma, se contó con el apoyo de diversas organizaciones y fundaciones así como del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (CONCYTEQ) y la Secretaría de Turismo del estado de Querétaro.