A pesar de que se acostumbraba la práctica de actividades provenientes del campo en la ciudad de Querétaro, a partir de 1950 comenzó a darse un notorio contraste entre lo rural y lo urbano; quedándose los campos queretanos rezagados y con poco o nulo desarrollo; así lo expresó el Dr. Alfonso Serna Jiménez, docente investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Lo anterior, fue derivado de la investigación que realizó titulada “Las relaciones campo-ciudad durante el proceso industrialista de 1950 en el municipio de Querétaro”, que tuvo como objetivo conocer cuáles eran las situaciones que se daban en el contexto rural cercano a la ciudad de Querétaro, en función de las transformaciones que tenía por la aparición de industrias –sobre todo manufacturera- y analizar las articulaciones que habían entre estos dos contextos.

En entrevista, el universitario aseguró que para efectuar dicho estudio consultó diversas fuentes documentales, informes de gobierno y estadísticos, literatura de esa época y también hizo un análisis hemerográfico del Semanario Tribuna del periodo 1950 a 1959.

Como resultado de dicha indagación, Serna Jiménez destacó que en los años 50 la ciudad de Querétaro empezó a transformarse debido a la presencia de actividades que se relacionaban con el fenómeno industrialista y se convirtió en un centro más urbano con potencialidad de crecimiento en términos territoriales, turísticos, apertura de nuevos comercios y servicios especializados.

En contraparte, dijo, el campo continuó pauperizado, desatendido y volcado predominantemente al auto abasto; con producción mínima y pocas tierras de riego, con escasas propiedades con tecnología avanzada. Comentó que en aquella época era estratégica que la producción de maíz quedara en los estados en donde se sembraba; sin embargo, a pesar de esto, la cosecha de maíz era sumamente escasa.

“A pesar de que en la ciudad había problemas, el contraste se hizo más notorio, el campo se quedó atrasado en ámbito de no desarrollo, con poca inversión –a pesar de haber productores muy competentes- el campo fue olvidado. No hay demasiado crecimiento industrial en la ciudad, pero sí se va perfilando la ubicación de nuevos capitales enfocados en servicios y comercio, la llegada paulatina de empresas de capital nacional o extranjero que empiezan a contratar gente, y se le da la pauta del perfil industrial que tiene Querétaro en la actualidad”, resaltó.

En el campo, comentó, hubo una contra reforma agraria en los hechos porque se cuestionaba mucho la producción ejidal, que años previos Lázaro Cárdenas impulsó, se decía que era un modelo fallido, que había que volver a la pequeña propiedad; en esa medida, no había apoyo para los productores campesinos. Sin embargo, dentro de este contraste el único sector que estuvo capitalizado y con capacidad de crecer fue el lechero, por interés genuino del gobierno en el predominio de hacendados con mucho peso político en el estado.

Durante su búsqueda, el investigador universitario señaló que averiguó que debido a que en esa época ya se encontraban instaladas industrias de cereales y leche, se buscó que se articulara a los campesinos con estas empresas; no obstante, fueron esfuerzos muy débiles, debido a que hubo periodos con poca producción que ni para el abastecimiento interno alcanzaba.

En la ciudad de Querétaro también existía mucha pobreza, “aunque había calidad de vida en el centro, en las periferias había gente con mucha pobreza y en la prensa se refleja esto, pues hallamos gente que pedía apoyos”.

El catedrático afirmó que otro de los motivos que detonó dicho contraste fue la generación de la Universidad, lo que dio pie al crecimiento –de forma contundente- de la clase media; ya que la posibilidad de estudiar una carrera profesional era un facilitador para la movilidad en la ciudad.

Concluyó que el impacto que puede tener esta investigación en la esfera de la administración pública se dará en la medida en que facilite a los tomadores de decisiones entender cuál fue el proceso que ha tenido la ciudad y re pensar las políticas públicas actuales; además de que servirá ampliamente en el sector académico.