Los jóvenes Roberto Maximiliano Lulo Díaz y Jesús Rogelio Ortiz de la O, de la Escuela de Bachilleres, Plantel Norte, ganaron el primer lugar en el VI Concurso Estatal de Aparatos y Experimentos de Física, con el “Proyecto Chogi”, un prototipo que sirve para medir la humedad, la luz y  el clima de una planta de forma automatizada. 

El concurso contó con la participación de 34 proyectos de educación media superior, en tres categorías “Didáctico”, “Experimental” y “Tecnológico”, en el cual se calificaron criterios como el planteamiento y método, la fundamentación teórica, conceptos y principios físicos, presentación escrita y defensa oral durante el concurso.

Esta justa fue organizada por la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) en el marco de las actividades científicas nacionales de la Sociedad Mexicana de Física, con el objetivo de promover entre los estudiantes de bachillerato el interés científico y tecnológico, a partir de la elaboración de aparatos y experimentos que sean de carácter novedoso, útil y creativo.

“Chogi” -concepto que provine de un libro japonés y que significa lealtad- participó  en la categoría “Tecnológico”, con la finalidad de aplicar directamente conocimientos de física a un desarrollo ingenieril. 

Con este prototipo, los jóvenes programaron sensores eléctricos –que muestran sus resultados a través de una pantalla– para medir, en una planta de sábila, parámetros como la resistividad del suelo (humedad),  la luz a la que está expuesta y el tipo de clima; observaciones que son vitales para mantener el desarrollo eficiente de la planta. 

Entre los usos y aplicaciones de este prototipo sería, por ejemplo, cuando los agricultores  necesitan saber qué tanta cantidad de agua requieren sus cultivos, o bien, si el ambiente está muy obscuro o soleado.  

Roberto Maximiliano explicó que “nosotros lo enfocamos desde la preservación de plantas en peligro de extinción, hasta la automatización de sembradíos para evitar pérdidas por escasez o por malos manejos”. 

Por su parte, Jesús Rogelio agregó que esta experiencia ha sido enriquecedora, “comentábamos saliendo del concurso que de hecho para mejorar en cierto tema, sólo implica un poco más de esfuerzo; no fue un gran sacrificio en cuanto al tiempo y obtuvimos muy buenos resultados. Un buen consejo sería que en lugar de jugar, o ver televisión, o estar en las redes sociales, puedes invertir ese tiempo en las cosas que realmente te gustan”.

Mientras que Roberto Maximiliano aprendió que “es importante encontrar algo que te llame la atención; lo hicimos sin la intención de ganar. Fue un proyecto que iniciamos por algo divertido y tuvo muy buen resultado”. 

La segunda fase del proyecto, implica implementar la comunicación para que el aparato pueda enviar mensajes vía WiFi, para que en tiempo real,  avise a los agricultores las necesidades de la planta.  

En este concurso participaron estudiantes de la Escuela de Bachilleres, del Colegio de Bachilleres del Estado de Querétaro, del Centro de Estudios Tecnológico Industrial y de Servicios, del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, entre otras instituciones privadas y públicas de educación media superior.