·         El objetivo es implementar de manera efectiva las metas de dicho Protocolo que busca un acceso y distribución justos de los recursos genéticos.

 

Con la participación de investigadores, docentes y estudiantes universitarios se  inauguró el curso “Fortalecimiento de capacidades nacionales para la implementación del Protocolo de Nagoya”, cuya ceremonia estuvo encabezada por la Dra. Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

 

Este evento es organizado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y participaron: la Maestría en Gestión Integrada de Cuencas que oferta la Facultad de Ciencias Naturales, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

 

Durante su participación, la Dra. García Gasca expresó que la Universidad ha trabajado intensamente en el tema de las cuencas y el acercamiento con las comunidades, de forma que se puedan brindar apoyos a los pobladores desde las instituciones gubernamentales y otras organizaciones.

 

“Es gracias al compromiso de las mujeres, principalmente, en las microcuencas de Buenavista y de La Joya se han logrado resultados espectaculares; el aprovechamiento de recursos naturales y genéticos para la generación de productos de actividad medicinal, alimenticia y cosmética, además que el valor agregado es el crecimiento económico y social de estas zonas”, señaló la Rectora.

 

Por su parte, la Q.A. Alejandra Barrios Pérez, directora de Regulación de Bioseguridad y Recursos Genéticos de la SEMARNAT, externó que tienen claro en esta dependencia que para la implementación efectiva del Protocolo de Nagoya es necesario que todos seamos pieza clave en este sistema.

 

“Para la SEMARNAT, el Protocolo de Nagoya es un motor de desarrollo y un instrumento para que el país en su conjunto camine, para que usuarios y proveedores compartamos conocimiento, recursos y beneficios; queremos que esa sea la fórmula en que vayamos visualizando este Protocolo”, añadió.

 

Además, el Biól. Alejandro Callejas, coordinador nacional del Proyecto GEF-ABS expresó que este curso se ha llevado a otras entidades federativas, en donde se logró capacitar el año pasado a más de 400 funcionarios de los tres niveles de gobierno, personal de instituciones y organizaciones no gubernamentales y representantes de comunidades indígenas.

 

A través de este proyecto se busca transformar la economía basada en la biodiversidad con el fin de que aquellas personas que vivan en zonas marginales -alejadas de los programas de desarrollo-, tengan en sus manos los recursos que permitan tener otras oportunidades de salir adelante.

 

La meta es construir capacidades en las instancias del Gobierno Federal para implementar mejores prácticas basadas en información reciente y apoyar el análisis de instrumentos regulatorios sobre el acceso a recursos genéticos y al conocimiento tradicional para que sean distribuidos de manera justa y equitativa.

 

El Protocolo de Nagoya es un acuerdo internacional que habla sobre el acceso a los recursos genéticos -que pueden ser de origen vegetal, animal o microorganismos- y la participación justa de los beneficios derivados de la utilización del convenio sobre la diversidad biológica.