Medir el nivel de educación vial en la ciudad de Querétaro fue el propósito de la investigación titulada “Indicador para la medición del nivel de educación vial en ciudades medias mexicanas. Caso de estudio: Santiago de Querétaro”, que desarrolló Miguel Ríos Núñez, egresado de la maestría en Vías Terrestres de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Mediante este estudio, el universitario aplicó 523 cuestionarios a seis tipos de usuarios: conductor de vehículo, pasajero de vehículo, usuario de transporte público, motociclista, ciclista y peatón, para evaluar el conocimiento de cada uno en seis rubros: reglamento, señales de tránsito, seguridad vial y factor humano, infraestructura, cortesía y urbanidad y situaciones aplicadas.

Las preguntas del cuestionario se basaron en diversos estudios nacionales e internacionales de organismos como la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado, la Dirección General de Tráfico de España, el Consejo de Seguridad Vial de Costa Rica y una dependencia de California, Estados Unidos, para dar una mayor certidumbre al estudio.

Ríos Núñez detalló que luego de la aplicación de los cuestionarios, se utilizó el proceso de jerarquía analítica, un modelo para la toma de decisiones, y mediante una evaluación de diferentes especialistas en el área de seguridad vial y movilidad, se dio una ponderación a cada variable, lo que permitió obtener la calificación para cada tipo de usuario.

De lo anterior se observó que en una escala de 1 a 10, el motociclista tuvo la calificación más baja con un 5.52, el pasajero de vehículo un 6.6 al igual que el conductor de vehículo, el ciclista un 7.8, el usuario de transporte público un 7.87, mientras que el peatón resultó el mejor calificado con un 8.8.

El estudio completo, explicó Ríos Núñez, es de gran utilidad para enfocar programas o campañas de educación vial para disminuir el número de accidentes; sin embargo, dijo, la educación vial no garantiza la disminución del cien por ciento de los accidentes pues de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Transporte, alrededor del 62% de los percances es ocasionado por el factor humano, el 15% por infraestructura y después se encuentran fallas mecánicas y clima.

Los datos también arrojaron que entre más edad tenga el usuario al recibir información y capacitación para manejar, se ve más implicado en accidentes, por lo que es preferible iniciar las campañas de cultura vial a edades tempranas.

“El conocimiento es valor, es una herramienta y si el usuario no tiene herramientas se pueden tomar decisiones erróneas; la educación vial no garantiza la reducción total pero sí un porcentaje de los accidentes por la mejor toma de decisiones”, concluyó el alumno.