En el proyecto se contó con el apoyo del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la UNAM.

 

Investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro desarrollaron un proyecto en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con el objetivo de restaurar edificios prehispánicos y coloniales.

 

Lo anterior lo informó el Dr. Miguel Ángel Pérez Lara y Hernández, coordinador de la Maestría en Estructuras de la Facultad, quien encabezó el estudio titulado “Caracterización mecánica y físico-química de materiales polifásicos basados en cal, utilizados en construcciones prehispánicas y coloniales”, el cual estuvo financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y en el que también participó el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la UNAM.

 

El académico indicó que mediante este proyecto, que inició en 2009, el equipo integrado por ingenieros civiles, físicos y químicos, utilizó diversas técnicas para conocer los componentes de dos construcciones: la pirámide de El Cerrito en el municipio de Corregidora, y una casona del siglo XVII ubicada en el centro histórico de la ciudad de Querétaro, que actualmente alberga el Museo del Calendario (MUCAL).

 

Agregó que antes de que se patentara el cemento portland en 1824, todas las construcciones se hacían con cal, por lo que la pretensión era conocer las técnicas antiguas de construcción.

 

“Caracterizar es determinar las propiedades de los materiales como la resistencia a la compresión, porosidad, entre otras; con técnicas más avanzadas se pueden conocer compuestos orgánicos, pues había mucho interés, en el caso de la pirámide de El Cerrito, de saber qué métodos de construcción se utilizaron, pues en algunas edificaciones se decía que se usaba baba de nopal, de sábila e incluso sangre de buey. En nuestros estudios encontramos restos orgánicos pero por el tiempo y la degradación de los mismos no se pudo precisar qué era”, señaló.

 

Pérez Lara y Hernández subrayó que la investigación ayudó a detallar las características de ambos inmuebles así como los materiales y acabados para su restauración, con el propósito de que no se rompiera con la armonía arquitectónica.

 

También se contó con la participación de alumnos de las carreras de Historia y Antropología de la UAQ. Los resultados del estudio se entregarán en agosto de este año.