Investigadores y alumnos de la Licenciatura en Antropología y de la Maestría en Estudios Antropológicos en Sociedades Contemporáneas de la Universidad Autónoma de Querétaro actualizaron el padrón de comunidades indígenas en los municipios de Jalpan y Arroyo Seco, con el propósito de que sean contempladas en la “Ley de Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades indígenas del Estado de Querétaro”.

Luego de un mes y medio de trabajo de campo, los universitarios incluyeron a 22 localidades más, 15 de Jalpan y 7 de Arroyo Seco, en un esfuerzo que encabezaron los profesores e investigadores, Alejandro Vázquez Estrada, Adriana Terven Salinas, Edgar Belmont Cortés y el antropólogo Diego Prieto Hernández, profesor de esta Casa de Estudios y miembro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Querétaro).

Vázquez Estrada explicó que el proceso consistió en diversas jornadas de sensibilización con las autoridades municipales y de capacitación con los representantes de las comunidades, a quienes se les solicitó realizar tres ejercicios en sus regiones: la investigación de su historia y de su ciclo ritual, y la elaboración del croquis de su localidad.

“Hemos tenido resultados maravillosos, la gente saca verdaderas investigaciones históricas, hacen la tarea de un antropólogo: regresar a la memoria y a la identidad. El último punto es la auto-adscripción, es decir, la comunidad debe expresar libremente si se considera indígena. Nosotros entregamos la documentación a las autoridades municipales y ellos la remiten a la Legislatura para su aprobación; a partir de ahí, son reconocidas desde el punto de vista jurídico, simbólico y social y se vuelven sujetos de derecho en términos de aplicación de presupuesto”.

Gracias al apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), del equipo de Etnografía de las regiones indígenas de México del INAH-Querétaro y de la Licenciatura en Geografía Ambiental de la UAQ, se desarrolló la cartografía indígena del estado en una edición de la que se imprimieron seis mil ejemplares, con la que se han llevado a cabo campañas de difusión, para informar sobre los derechos de los pueblos indígenas a todos los sectores de la sociedad.

Dicho documento divide al estado en tres regiones: Sierra Gorda, en la que hay presencia de indígenas Teneek (Huasteco) y Xi’oi (Pame); Semidesierto, donde se encuentran los Ñañha (Otomí chichimeca); y Sur, donde se ubica a los Ñäñho (Otomí del sur).

En este sentido, el investigador subrayó el hecho de que, en el último censo se detectó que Querétaro es una de las demarcaciones con mayor presencia indígena: “En 2010 identificamos más de 26 lenguas distintas que se hablan en el municipio capitalino; ello se explica a partir de los distintos procesos migratorios, el cambio de residencia de poblaciones indígenas que llegan de otros estados a formar parte de este abanico multicultural que necesita mayor atención en términos institucionales”, expresó.

La ley, detalló, tiene su base en una procuración ligada hacia la autonomía, el manejo del territorio, el manejo autogestivo del medio ambiente y la libre consideración de la identidad de los pueblos indígenas para la construcción de programas de desarrollo de bienestar desde sus propios componentes culturales.

Al respecto, Vázquez Estrada y Prieto Hernández manifestaron: “El desafío de construir una sociedad incluyente, en la que las diferencias étnicas o culturales no se vean traducidas en desigualdades económicas, sólo se alcanzará abriendo espacios en los que, a través del diálogo y la participación de la población, se puedan expresar los reclamos de justicia, dignidad y bienestar de los grupos de la sociedad a quienes ancestralmente se les ha sometido, despojado y excluido de los beneficios de la tecnología, de modo tal que se incorporen con su voz y su camino, con su voluntad, corazón y decisión soberana a formar una tierra en la que todos tengamos lugar”.

La Universidad Autónoma de Querétaro inició trabajo comunitario en los municipios mencionados desde el 2008, por lo que Vázquez Estrada subrayó la vinculación no sólo de profesores sino también de estudiantes en proyectos de intervención social.