Egresados del Diplomado Multidisciplinario en Infancia que impartió la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro entregaron juguetes educativos y material didáctico en comunidades marginadas de Amealco y Cadereyta.

La Dra. Araceli Colín Cabrera, docente e investigadora de Psicología, indicó que en dicho diplomado, los alumnos desarrollaron 32 juguetes o materiales para fortalecer competencias o la identidad étnica de los niños.

La intención, dijo Colín Cabrera, es “hacer contrapeso a juguetes bélicos, de plástico; realmente el repertorio de juguetes que tiene un niño es muy limitado, o son muy caros y demasiado electrificados, con chips electrónicos que no le dan mucho espacio al niño para que desarrolle su imaginación; es una tarea muy importante que el psicólogo, cualquiera que sea su área, puede desarrollar”.

Entre los juguetes se encuentran títeres, un tablero para contar, diversos libros, un juguete para prevenir el abuso sexual y promover el autocuidado, un geoplano para reconocimiento de figuras geométricas y motricidad fina, un juego de figuras geométricas con texturas de semillas, dominó, rompecabezas, una memoria y lotería en Otomí, una muñeca de tamaño natural, un tapete para reconocer la lateralidad con objetos y palabras en Ñhañhu, entre otros.

Hasta el momento, los universitarios han visitado los jardines de niños “Ra mudi ra mui”, ubicado en la comunidad Sombrerete, Cadereyta; y en Amealco, el Centro de Aprendizaje A.C., en San Ildefonso; el jardín de niños “Ya hats’i”, en Yoshpi; y en los preescolares “Ra un ra Nchodi” y “Habu heni ya botzi” en Santiago Mexquititilán, en los cuales entregaron 5 juguetes y se tiene prevista una última visita, tentativamente en San Juan del Río o en otra localidad de Amealco.

En el Diplomado, participaron 4 alumnos del campus Jalpan, quienes elaboraron y entregaron sus juguetes en esa demarcación; 15 del campus Amealco, 12 del campus San Juan del Río y 34 del Centro Universitario.

Colín Cabrera señaló que los materiales fueron bien recibidos tanto por los niños como por las educadoras de las escuelas. “Estoy sorprendida de la seguridad de los niños porque en general padecen la discriminación mestiza, ahí se nota el cariño de la educadora y tienen mucha seguridad para acercarse al material, para explorarlo, para la concentración, les encantó la visita”, expresó.