Alrededor del 75 por ciento de hombres y mujeres en el mundo, en algún momento de su vida, estarán en contacto o tendrá el virus del papiloma humano, aseguró el Dr. Genaro Vega Malagón, profesor investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro.

 

El Doctor en Ciencias de la Salud indicó que en la mayoría de los casos, 90 por ciento, el sistema inmunológico lo elimina y éste desaparece casi esporádicamente, ya que no ocasiona síntomas; sin embargo, en las personas en que prevalece el virus, se incrementan las posibilidades de que éste se introduzca en las células ocasionando daños a la salud.

 

Vega Malagón señaló que hay más de 120 tipos de papilomas y se clasifican entre los que son de alto y bajo riesgo. Los de alto riesgo son oncogénicos, es decir, pueden ocasionar cáncer cervicouterico que es el segundo más frecuente en las mujeres después del de mama; mientras que en los hombres puede derivar en cáncer de pene, aunque es poco probable, ya que fisiológicamente son más resistentes a este virus.

 

“El 99.9 por ciento de los casos de cáncer de cérvix está asociado al virus del papiloma. Una vez que se adquiere y si el cuerpo no lo elimina, lo primero que va generar son lesiones precancerígenas, displasias, que evolucionan en tres etapas: leve, severa y posteriormente, cáncer”, explicó.

 

El especialista puntualizó que en la población femenina la edad más frecuente de adquisición del virus es entre los 15 y 28 años, su etapa de incubación va de tres a 18 meses y podrían transcurrir hasta 10 años en el lapso entre la infección y el desarrollo de cáncer.

 

El universitario, quien desde hace 13 años trabaja en la línea de investigación sobre el virus, enlistó otros factores de riesgo vinculados a ese cáncer: genéticos, tener múltiples parejas sexuales, infecciones cervicales frecuentes, tabaquismo, alcoholismo y desnutrición, entre otros.

 

Vega Malagón destacó la eficacia de las técnicas de biología molecular para detectar el virus de papiloma humano, en tanto que el Papanicolaou y la colposcopia, dijo, son excelentes para ubicar lesiones precancerígenas y cáncer cervicouterino.

 

Detalló que existen diversos tratamientos contra este virus, que pueden ser desde quirúrgicos, hasta la implementación de técnicas de congelación y láser.

 

En cuanto a las vacunas comentó que se reportan resultados alentadores en los estudios que se desarrollan desde hace 12 años a nivel mundial; actualmente existen dos a nivel mundial y se recomienda su aplicación en mujeres que no han iniciado su vida sexual activa, entre los 9 y 12 años.

 

“Lo primordial es la prevención, orientar a la población para que se realice a tiempo sus estudios de detección y la educación sexual sobre todo en la población juvenil”, enfatizó el universitario, autor del libro Metodología de la Investigación Clínica y Epidemiológica.