Estudiantes, egresados y docentes de la Universidad Autónoma de Querétaro trabajan en la escultura monumental del “Jugador de Pelota” que adornará la fuente de Rectoría y tendrá cuatro metros de alto. David Manzanares de la Fuente, escultor y estudiante de la Facultad de Bellas Artes es el responsable del proyecto, quien, en conjunto con otros cinco colaboradores, elabora desde el 9 de diciembre esta estatua.

 

El artista comentó que se hizo un proceso de selección para designar el proyecto, siendo el suyo el ganador. Motivo por el cual convocó al Mtro. Raúl Bello, catedrático de Bellas Artes, a Enrique Hernández y Benjamín Mejía, egresado de esta unidad académica; Mercy Dinwiddie, maestra egresada de la UAQ; y a Ana Manzanares, ceramista y aprendiz de escultura a trabajar en conjunto en la elaboración.

 

La escultura, está inspirada en uno de los elementos que componen el escudo de la Universidad: el jugador de pelota. Dicho símbolo, a decir de Manzanares de la Fuente, proviene de un disco maya, que tiene en el centro la imagen del jugador que golpea la pelota haciendo alusión al origen del juego. Sin embargo, la escultura universitaria tendrá otros elementos representativos del estado de Querétaro, como plumas de quetzal, un corazón sacrificado, un reptil y una cola de serpiente, los cuales se obtuvieron de un libro de iconografía queretana.

 

“Hicimos algunas modificaciones, con más perspectiva para que luzca. En su indumentaria hay varios elementos que representan el inframundo, el supramundo como el jaguar, el pez, y otros animales representativos; el Rector nos pidió que lo adaptáramos utilizando elementos de la entidad”, mencionó.

 

Para la construcción, explicó que primero realizaron una estructura de alambres y varillas que se soldaron y cortaron para armar el esqueleto de la escultura; posteriormente, fabricaron los músculos con poliuretano y lo tallaron para darle forma. A continuación, siguieron con la aplicación de la plastilina y el detallado del rostro, los pies, el pelo, las manos, la ropa y la piel. Señaló que utilizaron más de 900 kilos de plastilina para esta etapa.

 

Luego, dieron paso a la creación de la indumentaria y los adornos, como el yugo, el collar y el penacho. Al finalizar este proceso, los universitarios obtendrán dos moldes, uno de yeso y otro de caucho de silicón y fibra de vidrio, que permite detallar toda la estructura. A esos moldes se hace un vaciado en cera que también debe trabajarse para quitarle todos los excedentes.

 

David Manzanares señaló que se contempla que la escultura se inaugure en marzo. “Agradecemos que confíen en los universitarios, pues podemos hacer un buen trabajo, con calidad para ubicar el monumento en el edificio central. Aquí tenemos la capacidad, el talento, la inventiva, en la UAQ tenemos todo y el impulso de la institución”.